Saihoji / Kokedera: El Templo del musgo
Un bosque de musgo
La vegetación marca el paso de las estaciones. Cerca de ciento veinte variedades de musgo crean una infinita paleta de colores. Bienvenidos al templo del musgo.
El murmullo del viento disipa la niebla matutina. Aquí, en las estribaciones meridionales del Monte Arashiyama se encuentra el jardín Saihoji, templo de los Perfumes de Occidente, comúnmente llamado Kokedera, que literalmente quiere decir "templo del musgo". Antes de andar por los caminos de lugar, los visitantes son iniciados a los sutras (textos atribuidos a Buda o sus discípulos inmediatos).
Los espesos y suaves musgos se extienden a través de los pies de los arces, entre las raíces de los centenarios árboles y hasta los bosques de bambú. Los jardineros los cuidan con especial atención. En este tranquilo jardín la calma monástica es una virtud.
El origen de un jardín zen
Aunque está esencialmente cubierto de plantas, el Saihoji es considerado el primer jardín de meditación zen. En su parte alta, una composición hecha con rocas representa una cascada. El uso de piedras revoluciona el código estético de la tradición paisajística. La manera en la que están organizadas evoca elementos naturales: un volcán, un acantilado rocoso, una isla. Este primer "paisaje seco" (Kare-Sansui), más conocido como un jardín zen, marcó un hito en la evolución de los jardines. El Saihoji ha tenido una profunda influencia en muchos espacios diseñados posteriormente tales como el Pabellón de Oro (el Kinkakuji) y el Pabellón de Plata (el Ginkakuji).
La impermanencia de las formas
Durante la era Nara (710-794), el budista Gyoki (668-749) hizo erigir aquí un templo dedicado al culto de Amida, nombre japonés del buda Amitabha, o "luz infinita", que personifica la energía del loto. Las ruinas del edificio fueron convertidas en un monasterio zen por el monje Muso Soseki (1275-1351) de la escuela zen Rinzai, quien lo rediseñó en 1339. A él también se le atribuye la creación de otros siete jardines que incluyen el famoso Tenryuji.
En el siglo XIX, la naturaleza silvestre se apoderó del terreno y lo cubrió de musgo. En lugar de destruirlo los monjes decidieron cuidarlo. Este "jardín de musgo", por tanto, no es producto del trabajo de Muso, sino de una naturaleza que tomó posesión de la tierra húmeda.
En el corazón de la Unesco
En la parte baja del jardín hay un jardín con un camino alrededor de un estanque. Su forma es un alusión al ideograma japonés kokoro que significa corazón. El jardín está lleno de oasis de quietud y simboliza la naturaleza interna del hombre.
Considerado patrimonio mundial de la UNESCO y clasificado como un "paisaje de belleza especial" con su casa de té del siglo XVI (el Sonantei), el Saihoji también figura como tesoro nacional del país. Con el fin de proteger a su extraordinario jardín cubierto de ciento veinte variedades de musgo, el templo no permite libre acceso al público desde 1977. El número de visitantes está limitado a un centenar de personas por día.
Visitez le mystérieux Kokedera, temple des mousses
Dirección - Horario - Acceso
Dirección
Phone
+81 (0)75 391 3631.Sitio web
http://saihoji-kokedera.com/en/top.html